miércoles, 28 de diciembre de 2016

La responsabilidad de intentarlo y saber decir no

Artículo publicado el 28 de diciembre de 2016 en el periódico El Mundo-El Correo de Burgos.

Después de las elecciones municipales de 2015, en las que el PP perdió cinco concejales y la mayoría absoluta, C’s tuvo la oportunidad de que la ciudad tuviera un nuevo gobierno municipal; sin embargo tres de sus cuatro concejales electos decidieron votar a la Sra. Bañeres como alcaldesa mientras que la cuarta se abstuvo, provocando así la reelección del Sr. Lacalle como Alcalde, a pesar de obtener solo 10 votos frente a los 13 de un servidor.

Desde entonces, los concejales socialistas hemos interiorizado que mientras no pudiéramos obtener los apoyos suficientes para gobernar, no íbamos a contribuir a parar la ciudad. Por eso durante el tiempo que llevamos de mandato municipal, hemos ejercido una oposición exigente, útil y responsable, logrando desarrollar en el seno del Ayuntamiento los compromisos que adquirimos con nuestros vecinos, alcanzado acuerdos con todos los grupos políticos municipales. Lo hemos demostrado también decidiendo sobre los instrumentos más importantes del Ayuntamiento: El presupuesto, las ordenanzas, los consorcios…

Pero era evidente que no íbamos a desaprovechar la oportunidad de demostrar desde el gobierno lo que estamos haciendo desde la oposición, si aquellos que impidieron el cambio en 2015 lo posibilitan año y medio después. Y ese momento llegó el pasado 11 de noviembre, cuando C’s hace público su malestar con el equipo de gobierno y su deseo de llegar a un acuerdo con PSOE e Imagina para presentar una moción de censura contra Lacalle. El único requisito era que previamente los dos grupos de izquierda llegaran a un acuerdo al que posteriormente se sumarían los concejales de la formación naranja.

Desde las elecciones municipales hasta el Pleno de constitución, las distintas formaciones políticas tuvimos 20 días para conformar un Gobierno. El PSOE, a sabiendas de que el proceso para la moción de censura propuesto por C’s no se podía demorar indefinidamente, también fijó un plazo para conseguir un nuevo acuerdo, concretamente el doble del que tuvimos para alcanzar un acuerdo hace año y medio, 41 días. El acuerdo entre PSOE e Imagina se logró en una semana. No obstante, ya teníamos la experiencia del pacto para la investidura por lo que no nos resultó difícil reeditarlo. En apenas 7 días les dimos traslado de un programa de gobierno serio, para dos años y medio, que proporcionaba mayor estabilidad institucional y mayor gobernabilidad ya que el nuevo Gobierno estaría respaldado por 16 de 27 concejales.

Durante las tres semanas siguientes estuvimos esperando la respuesta de C’s al preacuerdo entre PSOE e Imagina. Mientras tanto, desde la formación naranja se ofreció todo un carrusel de declaraciones contradictoras entre distintos responsables políticos. El grupo municipal de C’s  señalando al Comité Ejecutivo Nacional como el órgano que tenía que decidir sobre la moción en Burgos. El Sr. Rivera diciendo que es un tema que tenía que resolverse desde la dirección regional con los concejales de Burgos. La dirección regional echando balones fuera y concertando una reunión en Valladolid entre la Sra. Bañeres y el Sr. Lacalle… Finalmente la respuesta de C’s al preacuerdo entre PSOE e Imagina no se produjo. En cambio, lo que sí que se produjo fue el anuncio de C’s de que suspendían la moción de censura para hacerle una contrapropuesta al Sr. Lacalle y al PP que garantizara la gobernabilidad del Ayuntamiento. C’s pasó en apenas unas semanas de querer echar a Lacalle a querer gobernar con él. Algo inaudito. Surrealista.

El PSOE es un partido serio y responsable que cumple, siempre, sus compromisos. Quisimos darle una oportunidad a la moción de censura que nos propuso C’s, y establecimos un plazo más que razonable para lograr un acuerdo. Suspendimos las negociaciones con el PP sobre el presupuesto municipal de 2017 para posibilitar que su aprobación se produjera con un nuevo gobierno de cambio progresista presidido por un nuevo alcalde. Pero finalizado el plazo que nos dimos y ante la contradicción permanente de C’s, planteando que alarguemos unos meses la inestabilidad municipal hasta comprobar si Lacalle, ahora sí, les toma en consideración o no, dimos por zanjado este proceso.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Un primer paso para retomar el camino

Artículo publicado en el nº20 (diciembre de 2016) de la revista de los antiguos alumnos de Jesuitas Burgos "Polar".

Corría el año 2007 y no hacía mucho que me había incorporado por primera vez como corporativo en el Ayuntamiento de Burgos. Un domingo de otoño acudí a las fiestas de uno de los barrios de la ciudad como solemos hacer los concejales representando a la corporación municipal. Aquella mañana, al concluir la misa, el párroco se dirigió a mí y me trasladó una observación en relación a mi participación pasiva durante la eucaristía, creo que esperando algún tipo de disculpa o explicación por mi parte. 

                No recuerdo las palabras exactas que utilicé pero no se diferenciarán mucho de éstas -padre, llevo inmerso en una severa crisis de fe desde hace mucho tiempo, tanto que ahora mismo creo encontrarme a medio camino entre el agnosticismo y el ateísmo, por lo que desde el respeto que merece la institución que usted representa, creo que lo más honesto es aceptar su invitación, acudir a su iglesia y guardar un escrupuloso silencio.- De lo que no he podido olvidarme es de su respuesta, no la hubo, ni de su expresión, mezcla de sorpresa y comprensión.

                Traigo esta anécdota a colación para manifestar la consideración que tengo hacia todos aquellos que han encontrado en la religión cristiana una filosofía de vida con la que ser mejor persona, y el respeto que me merece la iglesia católica, especialmente parte de su obra como la misión evangelizadora de la Compañía de Jesús, centrada en el conocimiento y la educación, y con la que compartí una etapa de mi vida.

                Cuando desde la asociación de antiguos alumnos de Jesuitas me animaron a escribir unas líneas en relación a mi experiencia en el colegio de La Merced y San Francisco Javier y acepté, pensé que lo más honesto era empezar por reconocer que a pesar de mi ausencia de fe, los años de formación con la Compañía de Jesús me proporcionaron una educación en valores que todavía conservo, y que a pesar de que hayan pasado más de dieciocho años desde que terminara COU y abandonara el centro educativo, se han venido consolidando y desarrollando en mi vida personal, profesional y política. 

                Valores como la libertad, la igualdad, y la solidaridad, la búsqueda permanente de la verdad y la justicia social que los padres jesuitas me enseñaron. Tal como ellos mismos subrayan, su modelo pedagógico comprende cuatro dimensiones claves para una formación integral. Buscan personas que sean plenamente "conscientes de sí mismas y del mundo en que viven, competentes para afrontar los problemas técnicos, sociales y humanos a los que enfrenta todo profesional, comprometidas con la construcción de un mundo más justo, y compasivas y abiertas al sentido de la existencia y a la cuestión de Dios". Debo reconocer (espero que sin riesgo a equivocarme), haber interiorizado bien los tres primeros, e interpretado el cuarto de una visión... digamos más humanista.

                Como a la gran mayoría de los niños nacidos a finales de los setenta y principios de los ochenta, mis padres me educaron en la fé católica justo en una época en la que la iglesia y sus instituciones estaban inmersas en una transición a imitación de lo que estaba pasando en el conjunto del país. Toda una generación de jóvenes descubrimos así las parroquias, no como un lugar alejado de la vida de los barrios, sino como un espacio de encuentro, de convivencia en el que chicos como yo íbamos pasando de la catequesis a la comunión, a la confirmación y a los grupos de propuesta.

                Después de acabar la EGB en el colegio Nª Señora de la Asunción y San José Artesano en el barrio de Gamonal, y mientras seguía manteniendo vinculación con la parroquia de la Inmaculada, la más próxima al domicilio de mis padres, éstos me matricularon en el colegio de La Merced y San Francisco Javier que la Compañía de Jesús mantiene en la calle Diego Luis de San Vitores, lo cual supuso la primera vez que abandoné mi zona de confort abriéndose ante mí una nueva experiencia que me marcaría para toda la vida.

                No era fácil para un chico que apenas había salido del barrio tener que afrontar los estudios de bachillerato en un nuevo centro educativo en Burgos (para muchos de nosotros, con apenas 14 años, bajar al centro en autobús dos veces al día era como irse a otra ciudad). Así fue como en 1994 empecé a conocer a la Compañía de Jesús, los Jesuitas, de golpe y porrazo: nuevo barrio, nuevo colegio, nuevos profesores... 

                Al principio fue algo duro, pero con el paso de los meses fui cogiendo confianza y encontrándome cada día más a gusto con mis nuevos compañeros de clase, con los que empecé a entablar amistad sobre todo con aquellos que tenía más cerca. 

                Raúl Romero, César Vallejo o César Sáiz, con el que sigo manteniendo mi amistad después de más de 20 años, fueron los primeros en abrirme la suya. Con el tiempo a estos nombres se sumaron muchos otros: David Miguel, Javier Bello, David Esteban... y sí también alguna chica, pero a esa edad digamos que el grupo de confianza lo seguían conformando compañeros de tu mismo sexo, y por entonces  no es que hubiera un número de compañeras lo suficientemente significativo entre una abultada mayoría de varones (hacía dos días como quien dice desde que empezó a haber clases mixtas).  

                Lo que podría ser una mera anécdota como era la designación de un pupitre en función de tu apellido, os aseguro que podía condicionar toda una etapa en la vida. Jamás olvidaré ese primer día en 1º de BUP con el jefe de estudios, Juanjo Calzada. Se había memorizado nuestros apellidos en orden alfabético y asignado un pupitre respetando ese mismo orden. Hubo unos años que casualmente las personas con las que compartía más tiempo de estudio o de ocio eran mis compañeros con apellidos más próximos a la "R" de "de la Rosa". 

                Recuerdo de ese primer año la disciplina con la que Juanjo Calzada nos corregía algunos comportamientos, lo cual era especialmente llamativo para alguien como yo, que no había cursado la EGB en ese colegio a diferencia de la mayoría de mis compañeros. Recuerdo lo raro que se hacía tener un chándal oficial para las horas de educación física y las "negociaciones" con la dirección del centro para revisar los espacios en los que se nos permitía fumar. Así es, yo empecé a fumar mis primeros cigarros a eso de los dieciséis en Jesuitas, el único mal hábito que me llevé del colegio y por suerte dejé hace ya más de seis años. 

                Sin duda las fiestas de graduación y de fin de curso eran todo un acontecimiento. No creo que hubiera otro centro educativo en Burgos con mejor concurso de playbacks. Yo me convertí en toda una celebridad el año que presenté la gala, os lo aseguro. Aún se recuerda mi caracterización de Isabel Gemio o de Joaquín Cortés, fue algo memorable... 

                Historias a parte, mi paso por Jesuitas supuso cuatro años de grandes experiencias, la gran mayoría muy positivas. Cuatro años de los que guardo un gran recuerdo de grandes profesores y mejores personas, como el padre Fernando Laiglesia, cuyo contacto no hace mucho recuperé a través de Facebook, el bueno del padre Fausto (lo que tenía que soportar ese hombre), Teresa Bombín, con la que me alegra enormemente seguir coincidiendo, o el propio Juanjo Calzada, entre muchos otros. 

                Lo que más agradezco desde entonces, es poder reconocer un alumno de Jesuitas en cada uno de los escenarios profesionales y sociales con los que he tenido ocasión de trabajar en nuestra ciudad. Carlos Contreras, Enrique Sancho, Ángel Gª Bartolomé, Nuño Gil, Giancarlo Federighi... son solo algunos de los compañeros de mi curso con los que me he reencontrado desde entonces y que a través de su trabajo, de sus obras, de su implicación y compromiso social, están recibiendo un reconocimiento personal y profesional.

                En estos últimos años he tenido algún que otro reencuentro con el colegio. En 2011, a través de la participación de varios compañeros socialistas en el Foro "Tender Puentes", tuve la ocasión de ofrecer una charla con alumnos de BACH. También he podido acercarme por el colegio de la calle Molinillo para asistir a algunas de las actividades que se organizaban desde Amycos y la coordinadora de ONGDs, así como de algunas acciones solidarias como la ya consolidada "operación bocata". 

                No obstante siempre me ha quedado la sensación de haber podido vincularme algo más, de haber participado de algún modo para no perder el contacto con antiguos compañeros del colegio de los que guardo grandes recuerdos. Espero que estas líneas que plasmo sobre este número de la revista "Polar" de antiguos alumnos, pueda suponer un primer paso para retomar el camino y volver a encontrarme con varios de ellos, de nuevo junto a la Compañía de Jesús.

Daniel de la Rosa Villahoz.
Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos. Promoción 1998

sábado, 12 de noviembre de 2016

La realidad es tozuda

Artículo publicado en el diario burgosconecta.es el 12 de noviembre de 2016.
El Grupo Municipal Socialista se ha abstenido en la votación sobre el nuevo convenio de reestructuración de la deuda del Consorcio del Desvío. No lo hemos hecho por gusto, lo hemos hecho por responsabilidad ante una probable situación de vulnerabilidad en la que colocaríamos al Ayuntamiento de no aprobarse.
Han pasado cuatro meses desde que este Pleno rechazara este mismo convenio, y en este tiempo la flexibilidad que han demostrado las entidades financieras acreedoras de la deuda del Consorcio no nos dejan satisfechos, ni muchos menos, a pesar de que hayan perdonado el pago de los intereses de demora y se hayan comprometido a revisar las condiciones si se demuestra la imposibilidad de cumplir con los objetivos de amortización previstos. No obstante los socialistas procuramos ser siempre ser consecuentes con nuestros planteamientos.
Después de 2 años reivindicando desde este Pleno el encargo de un informe jurídico externo para determinar las posibles responsabilidades de cada una de las entidades consorciadas respecto a la deuda del Consorcio, además de aclarar cómo debiéramos afrontar su liquidación de encontrarse en causa material de disolución, al fin fuimos capaces de convencer a una corporación, ahora con un gobierno en minoría, para que encargara dicho informe. Todos los grupos estuvimos de acuerdo con que el reputado catedrático en derecho administrativo, Antonio Jiménez Blanco, nos diera su opinión jurídica al respecto. Y la dio, nos guste más o no guste menos, la dio.
La responsabilidad única sobre el conjunto de la deuda del Consorcio recae sobre el Ayuntamiento. El Consorcio se encuentra en causa material de disolución y sus activos y pasivos no se liquidarán de manera ordenada desde el Consorcio sino que pasan automáticamente al Ayuntamiento.
Dos consecuencias, que le debemos única y exclusivamente al señor Alcalde, Javier Lacalle, gracias al Convenio que firmó con las entidades financieras en mayo de 2014, comprometiéndose con el cumplimiento de dos hitos que sabía que eran de imposible cumplimiento.
Que a 31 de diciembre de 2015, el valor de los activos fuera superior al de la deuda y que los ingresos obtenidos de la venta de esos activos pudieran hacer frente a los intereses generados en el periodo.
Lacalle decidió dar una “patada a seguir” como en el rugby para no tener que pagar la deuda comprometida en 2015, año en el que se la jugaba electoralmente, y trasladar el problema a la futura corporación, o sea, a nosotros, colocando a la ciudad en un callejón sin salida, como también subraya Jiménez Blanco en su informe.
Los socialistas estamos seguros que la constitución de este Consorcio en 2003, fue una buena solución para hacer frente a los compromisos adquiridos en el Convenio del Desvío firmado por el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León  y el Ministerio de Fomento en 1998, con las tres administraciones gobernadas por el Partido Popular. Pero también estamos seguros que nada tenemos que ver con el Convenio  de 2014 ni con el que nos presentó a hechos consumados hace cuatro meses el Sr. Foronda, consejero delegado del Consorcio y concejal de Hacienda del Ayuntamiento.
En cambio y diferencia de otros grupos, nosotros no vamos a utilizar un asunto tan serio y complejo como éste partidistamente. Los socialistas no buscamos ninguna rentabilidad política, ni haremos estrategia alguna con ello.
Los socialistas queremos evitar que nuestra ciudad pueda verse abocada a la parálisis más absoluta. Queremos evitar que nuestro Ayuntamiento sea intervenido una vez más de forma muchos más agresiva, imposibilitando afrontar nuevas inversiones durante muchos años, con importantes subidas de los tributos y reduciendo considerablemente el gasto social. Nosotros no queremos eso para Burgos.
Los concejales socialistas sabemos ser consecuentes con una realidad que es tozuda. La deuda del Consorcio la tenemos que pagar sí o sí, independientemente de otras consideraciones. Esto es un hecho irrefutable.
Nuestra abstención no es por tanto un voto de aprobación, sino un voto de responsabilidad, que supone una nueva oportunidad para empezar a corregir con el tiempo la actual situación en la que el señor Lacalle nos ha metido.
Daniel de la Rosa
Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Recuperar el PSOE, parte II


 Artículo publicado en el diario.es el 2 de noviembre de 2016

El 4 de octubre, tres días después del Comité Federal más aciago que haya celebrado nunca el Partido Socialista, publiqué un artículo en este diario de título “Recuperar el PSOE”. De las dos opciones entre las que este mismo órgano tendría que decantarse un par de semanas después a saber, mantener la resolución del 28 de diciembre de 2015 y apostar por unas terceras elecciones en menos de un año, o aprobar una nueva resolución y abstenerse ante una nueva investidura de Mariano Rajoy, taché ésta última como la más posibilista.


En primer lugar porque era obvio pensar que después de que el máximo órgano entre congresos concluyera con la dimisión del Secretario General, la posición que este defendía (“no es no”), no iba a encontrar el mismo respaldo ni en la Comisión Gestora, ni en el propio Comité Federal. En segundo lugar porque la opción de convocar un Congreso exprés se acababa de descartar por el Comité Federal, dificultando al extremo abordar la elección de un nuevo Secretario General antes de que se resolviera la gobernabilidad del país. En tercer lugar porque la dimisión forzada de Sánchez había dejado a la organización sin liderazgo ni dirección, sin candidato y con el partido sangrando, abierto en canal a mes y medio de una nueva campaña electoral. Y en cuarto y último lugar porque de acudir a unas terceras elecciones en estas circunstancias era muy probable que el resultado en la urnas concedería al Partido Popular una mayoría amplia, tal vez absoluta, con el riesgo de dejar al PSOE como tercera fuerza política con un Grupo Parlamentario muy mermado.


Durante las semanas siguientes, lejos de abordarse la preparación del Comité Federal del 23 de octubre desde la máxima sensibilidad y pedagogía posibles con la firme voluntad de evitar una mayor fractura, explicando los motivos por los cuales la abstención era de entre las dos opciones la menos mala, prácticamente ninguno de los que abogaban desde hacía meses por ella y que provocaron la caída de Sánchez al frente del partido, tuvieron el coraje de hablar claro a los militantes. Era sorprendente que ninguno de ellos se atreviera a pronunciar la palabra “abstención”, siempre recurriendo a referencias veladas hasta apenas unos días antes del nuevo Comité.


En mi artículo del día 4 abogaba porque el Comité Federal pulsara la opinión de los militantes a través de la convocatoria de Asambleas en todos las Agrupaciones donde pudieran debatirse los pros y los contras de ambas opciones y reflejar formalmente el sentir mayoritario en cada una de ellas. Esta fórmula, de haberse impulsado por la Comisión Gestora, hubiera proporcionado un canal legítimo para trasladar las voluntades de los militantes, respetando siempre la capacidad última del Comité Federal de decidir, ya que es el órgano competente para ello. Suponía también una alternativa con mucho mayor encaje estatutario que una consulta directa a los militantes o una recogida de firmas impulsada desde determinadas Agrupaciones. Pero la Comisión Gestora no lo consideró en ningún momento y derivó todo el debate al seno del Comité Federal.


¿Y qué hubo de la posibilidad de limitar la abstención del número imprescindible de diputados para garantizar la investidura de Rajoy? No fueron pocas las Ejecutivas Municipales que como la de Burgos, defendieron la “Abstención técnica” con anterioridad al Comité Federal del 23 de octubre, trasladando formalmente esta petición por escrito a la Comisión Gestora y al propio Comité. El que no se acordara en la resolución aprobada finalmente fue una enorme decepción para muchos de nosotros, pero no por ello algunos perdimos la esperanza de que hubiera una interpretación flexible del mandato antes de obligar a todo el Grupo Parlamentario a abstenerse provocando mayor tensión, mayor confrontación y sobre todo, una división del propio Grupo en la votación de la investidura. Cabía pensar que al menos 11 de los diputados, en varios casos miembros del Comité Federal que habían votado por la abstención, no tendrían mayor dificultad de hacer lo mismo en el Congreso. Una vez más la inflexibilidad de la Comisión Gestora fue absoluta y como no podía ser de otro modo, la gran mayoría de los diputados socialistas se abstuvieron y Rajoy fue investido presidente en segunda votación.


En este tiempo la opción más posibilista se acabó concretando, pero lejos de irse corrigiendo las diferencias, un mes después existe una fractura aún mayor en el seno del partido, con un frentismo desconocido hasta este momento, visceral, en el que compañeros no dudan de calificar de traidores a aquellos que no piensan como ellos. Lejos de trasladarse una verdadera voluntad de entendimiento y consenso entre las diferentes partes del conflicto, todo indica que esta situación, de no corregirse ciertas actitudes de los principales exponentes de una u otra posición, está abocada a empeorar en los próximos meses.

Por un lado tenemos a Sánchez, que decidió dimitir de diputado, permitiéndole evitar así negar el mandato del Comité Federal, lo cual me pareció una decisión honesta. También anunció que tenía la intención de presentarse a la Secretaría General en el próximo Congreso empezando desde ya a recorrer las Agrupaciones en su campaña. Una decisión legítima, pero que en estos momentos considero precipitada. Las distintas candidaturas que pudieran presentarse deben esperar a que se establezca el calendario congresual, lo cual debiera abordarse lo antes posible. Sánchez también ha hablado de aproximarse a Podemos y de aceptar un Estado plurinacional. Son dos cuestiones políticas de tal transcendencia que deben ser objeto del debate político y estratégico en el próximo Congreso, no a través de los medios de comunicación.


Por esto mismo, encontrándose la organización en tiempo de descuento y ante la necesidad de abordar decisiones políticas de primer orden que deben aclarar hacia donde tiene que ir el PSOE en los próximos años, existen motivos suficientes para considerar que el carácter del Congreso debiera ser ordinario y no extraordinario. Ya está resuelta la gobernabilidad y es el momento de que la Comisión Gestora convoque un nuevo Comité Federal que apruebe el calendario congresual. El partido no puede estar divagando sin dirección ni liderazgo indefinidamente, dejando la iniciativa a una Comisión Gestora que debiera limitarse a sus funciones y toda la responsabilidad a la dirección del grupo parlamentario.


Por otro lado tenemos aquellos que se sienten culpables de la situación del partido y pretenden evitar que el Congreso se celebre en los próximos meses, dado que de presentarse alguno/a de ellos/as, tendrían a priori pocas opciones de contar con el favor de la militancia. Si la convocatoria de un Congreso exprés por parte de Sánchez la tacharon de tactismo y pura estrategia personal del ex secretario general, el retrasarlo ahora no merece otra calificación. La actitud demostrada hasta ahora por la Gestora no invita al optimismo. Si no hay flexibilidad en las posiciones frente a los que no piensan lo mismo, no va a ser posible abordar con las suficientes garantías un Congreso que el partido no puede permitirse el lujo de cerrar en falso.


La elección directa de la Secretaría General con el voto directo de los militantes no debería estar en cuestión. Personalmente creo el que problema no radica tanto en la legitimidad que le confiere una elección directa a un Secretario General en comparación con la legitimidad de los órganos colegiados formados por representantes elegidos democráticamente, sino en revisar los canales de control necesarios para evitar tanto la manipulación de la representatividad que proporciona la elección directa, como la interpretación que estos órganos colegiados pudieran hacer en favor de estrategias partidarias. En cualquier caso, solo el Congreso podría considerar revisarla.


La opinión personal de un Secretario Municipal no es ni mejor ni peor que la de cualquier militante, ni que la de cualquier otro dirigente o ex dirigente del partido. Pero todas ellas deben tenerse en consideración. La mía particularmente solo tiene el propósito de contribuir a ir corrigiendo la fractura, abogando por el consenso entre los diferentes actores del conflicto para que se tomen las mejores decisiones posibles.  Estamos en el momento más crítico del partido desde la transición. Espero que estemos a la altura. Espero que entre todos acertemos.

sábado, 8 de octubre de 2016

Esta sí que es política de la buena

Artículo publicado en el diario digital www.burgosconecta.es el 8 de octubre de 2016.




Qué difícil es hacer una oposición exigente con la que permitir que la ciudad avance, sobre todo con un equipo de Gobierno que no acaba de interiorizar su situación de minoría. En cambio esa exigencia, cuando es correspondida con una posición flexible, proporciona un marco para el acuerdo que desde el Grupo Municipal Socialista intentamos aprovechar para dar traslado de nuestros compromisos con los burgaleses, a pesar de no gobernar.

Esto es lo que ha sucedido con la revisión de las ordenanzas fiscales para 2017. Los socialistas planteamos modificaciones en la mayoría de ellas para facilitar el acceso a los servicios públicos y redistribuir mejor la carga fiscal entre los vecinos y vecinas de Burgos. Después de varias semanas manteniendo reuniones con los diferentes concejales delegados y técnicos de una cada de las áreas municipales afectadas, ya hemos conseguido nuestro propósito en 21 de las ordenanzas.

Entre nuestros compromisos electorales con nuestros vecinos se encontraban las bonificaciones fiscales a empresas que generaran puestos de trabajo estables, la creación de una tarifa joven para el autobús urbano, rebajas en las tarifas de las escuelas infantiles o de los servicios de cuidados a la infancia.

Algunos podrían pensar que estos compromisos no tendríamos porqué intentar trasladarlos a las ordenanzas municipales desde nuestro papel como oposición, pero lejos de esperar al planteamiento del Gobierno y criticarlo hemos sido capaces de anteponer el nuestro y hacerlo realidad.

A partir de 2017 el Ayuntamiento proporcionará bonificaciones hasta el 95% en el IAE para quienes por primera vez establezcan su empresa en el municipio de Burgos o de entre el 15% y el 40% para las empresas que creen nuevo empleo de calidad. Habrá cambios también en las bonificaciones del IBI de entre el 40% y el 90% de la cuota del impuesto para las empresas que procedan a la creación de empleo, con ciertos requisitos, como que sean puestos indefinidos, que no procedan de reducción de plantilla, o que sean demandantes de empleo de las oficinas de empleo de Burgos.

El año que viene se rebajarán un 9% las tarifas de las escuelas infantiles municipales y en un 7% los servicios de cuidados a la infancia municipal. Otra novedad será el establecimiento, por primera vez, de un umbral para determinar cuánto han de pagar las familias numerosas. Se considerarán familias numerosas generales las que dispongan de unos ingresos anuales máximos de 70.000 euros, para las que habrá bonificaciones de hasta el 75%. Serán familias numerosas especiales las que cuenten con unos ingresos anuales de hasta 90.000 euros, con bonificaciones de hasta el 50%. Es decir; a partir de ahora, la renta será un factor a tener en cuenta también en estas ayudas.

Otro de nuestros compromisos electorales era el de proporcionar un “bonobús joven” para los menores de 26 años, con unos precios de 0,25 euros viaje, frente a los 0,45 que pagan en la actualidad. Los niños menores de 12 años acompañados de un adulto, subirán gratis. Para compensar esta rebaja, el billete ordinario del autobús urbano pasará de costar un euro por viaje a 1,20. Se trata de una tarifa que van a pagar fundamentalmente aquellas personas que usan nuestro servicio de autobuses de forma excepcional, ya que la mayoría de los usuarios acceden con bonobús. La tarifa reducida pasará de 0,10 a 0,12 y con el bonobús el precio por viaje subirá dos céntimos, pasando de 0,45 euros a 0,47.

Estos son solo algunos ejemplos entre todas las modificaciones que hemos conseguido incorporar hasta ahora en las ordenanzas fiscales para 2017 (bonificaciones hasta el 65% para vehículos no contaminantes, hasta el 70 % en el ICIO para construcciones sociales y hasta el 15% en edificios con protección cultural, la regulación de puestos de venta de productos de alimentación en vehículos de transporte o “food tracks”…), mientras esperamos a que se concreten el resto de nuestras propuestas.

Estar en la oposición implica mucho más que criticar la acción de gobierno. Implica también saber presionar al máximo para sacar adelante nuestras propuestas y que la sociedad burgalesa avance. Esto es lo que nos obsesiona a los socialistas de esta ciudad. Representar desde el principio la alternativa responsable frente al gobierno del Partido Popular.
Quiero aprovechar para recordar que el alcalde ya conoce nuestro planteamiento de cara al presupuesto municipal de 2017. Es un planteamiento muy exigente pero posible. De él depende el aceptarlo o no, para que la ciudad cuente con una nueva oportunidad de desarrollo en 2017.

(La imagen la he recuperado de la campaña de Juventudes Socialistas de Burgos para las elecciones municipales de 2015).

Daniel de la Rosa
Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos

martes, 4 de octubre de 2016

Recuperar el PSOE

Artículo publicado el 0 4/10/2016 en  el diario digital www.eldiario.es

Perdón. No puedo empezar esta reflexión sobre lo acontecido estos días en el PSOE sin antes pedir disculpas a millones de votantes socialistas que la semana pasada no reconocían a nuestro partido. Que lo diga en este caso un mero Secretario General de una Agrupación Municipal no significa mucho, pero después de lo ocurrido tampoco sobra.

Si nuestro partido se hubiera propuesto planificar una estrategia para llegar a la situación política en la que hoy nos encontramos, nunca habría obtenido un resultado peor que el actual. Después de todo, tenemos una Comisión Gestora a menos de un mes para que se convoquen las terceras elecciones generales en menos de un año.

Ahora bien, esta reflexión en alto no va de reproches y mucho menos de revanchas. Los socialistas no podemos permitirnos malgastar un solo día más en recriminarnos dimisiones que tumban ejecutivas o urnas constituidas sin garantías. Tampoco va de Congresos convocados según convenga a unos y a otros, ni de debates estériles sobre estrategias desfasadas en contextos ya superados.

Va de intentar trasladar a aquellos que tienen la responsabilidad de acertar, que hoy lo que toca es recuperar el partido. Y para ello no sobra nadie, al contrario. Nunca ha sido más necesario el compromiso de todos y cada uno de los militantes socialistas con su organización. Por lo tanto el primer llamamiento es para los responsables de las federaciones y agrupaciones del PSOE, para que prioricen entre sus acciones un llamamiento a todos aquellos compañeros y compañeras que se están cuestionando su continuidad en el PSOE.

Esta reflexión trata de despejar cualquier tipo de duda sobre el momento en el que nos encontramos, asumiendo nos guste o no, que el Comité Federal ya ha descartado la celebración de un Congreso Extraordinario exprés, y trata de centrar la atención sobre la necesidad de mantener o no la resolución que este mismo órgano aprobó el 28 de diciembre de 2015 (no al PP y no al diálogo con cualquier formación que no se oponga a consultas que amenacen la unidad nacional).

Si el Comité Federal mantiene la resolución, acudiríamos a unas nuevas elecciones generales en diciembre, sin liderazgo en el partido y eligiendo candidatos/as al Congreso y al Senado en poco más de un mes (y un candidato/a a la presidencia del Gobierno en primarias). Confiar a estas alturas en algún tipo de acuerdo que conlleve la complicidad de Ciudadanos junto a la de Podemos o en la presión que ejerceríamos sobre el Partido Popular para que se entienda con los nacionalistas es algo surrealista.

De no mantenerla, debemos decidir si existen posibilidades reales de alcanzar en unas semanas un acuerdo para una alternativa de Gobierno con el apoyo de Podemos y otras formaciones nacionalistas (entiendo que entorno a un nuevo candidato/a socialista a la investidura), lo cual se me antoja bastante complicado y arriesgado, o bien ordenar al Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados que se abstenga en una nueva investidura de Mariano Rajoy, lo cual tiene muy mal encaje desde muchos puntos de vista, el ideológico principalmente, pero que de entre las opciones es, muy a mi pesar, la más posibilista.

Todas ellas hacen rehén al partido de su decisión a medio/largo plazo y lejos de ofrecerle un escenario favorable, lo presentan en el mejor de los casos lleno de dudas e incertidumbre, lo cual no impide que debamos afrontarlo.

En cualquier caso esta decisión la debe adoptar el Comité Federal. Ni la  Comisión Gestora, ni una consulta a los militantes puede suplantar al órgano que tiene la competencia estatutariamente. Y sí, también debe ser el  Comité Federal quien determine la fecha del Congreso Extraordinario una vez que se resuelva la gobernabilidad del país y sin mayor demora.

Dicho esto, considero que debemos aprovechar todas las herramientas de las que dispone nuestro partido para ayudar al Comité Federal a tomar la decisión más acertada. Las Ejecutivas de cada ámbito territorial debieran considerar si convocan sus Asambleas o Comités correspondientes, o bien adoptar los acuerdos que estimen oportunos para trasladárselos a aquellos compañeros/as que elegimos para representarnos en el Comité Federal para que sepan cual debe ser la posición que han de defender y el sentido de su voto, y evitar un nuevo bochorno como el del sábado pasado.

Y mientras tanto, es responsabilidad de cada uno de los militantes sumar voluntades para recuperar el consenso entre nosotros, más si cabe de los dirigentes. No va a ser ni la primera ni la última vez que este partido salga fortalecido de una crisis, por muy grave que haya sido. Siempre que lo ha logrado ha sido desde la unidad, respetando la pluralidad de opiniones y derivando las críticas al ámbito interno.

La fuerza del PSOE radica en todos nosotros, en los militantes de base pero también sus dirigentes, por lo que todos somos necesarios para trasladar la voz del partido en las instituciones, en las asociaciones y los movimientos sociales, en los centros de trabajo, en las calles y en los barrios.
Ahora tocar hacer partido, toca de nuevo hacer Agrupación. Tenemos que retomar el contacto entre nosotros, ocupar el espacio de diálogo en las sedes  y en las casas del pueblo. Esta la única fórmula para tener éxito en el que, sin perder un día más, debe ser el empeño de todos los cargos públicos y orgánicos, de todos los militantes y simpatizantes: Recuperar el partido.

Daniel de la Rosa
Secretario General de la Agrupación Municipal del PSOE en Burgos

sábado, 16 de julio de 2016

Rajoy quiere terceras elecciones

Artículo publicado por Daniel de la Rosa, Secretario General de la Agrupación Municipal del PSOE en Burrgos, el 16 de agosto de 2016 en Burgos Conecta.

Llama poderosamente la atención que una vez concluida la ronda de contactos de Rajoy con el resto de formaciones políticas para intentar recabar apoyos a su investidura para la presidencia del Gobierno, toda la presión mediática se haya centrado en Pedro Sánchez y el Partido Socialista, en lugar de cuestionar a aquel que no es capaz de obtener un solo apoyo.

Los tiempos en política son muy importantes y la responsabilidad de intentar la investidura en este momento tiene nombre y apellidos: Mariano Rajoy. Suyo será el éxito si lo logra y el fracaso de no hacerlo, suyo y en ningún caso de aquellas formaciones que siendo consecuentes con sus compromisos electorales, rechacen facilitarle la investidura.

Los socialistas nos presentamos como la alternativa responsable al Partido Popular. Una alternativa progresista de izquierda, regenerada y con un proyecto político sólido para hacer frente a cinco años de corrupción, de desigualdad y de deterioro del estado de bienestar. Una propuesta incompatible con la del Partido Popular.

Los españoles decidieron el pasado 26 de junio con su voto dar una continuidad a las políticas del gobierno de Mariano Rajoy si éste lograba sumar los apoyos poselectorales suficientes. En la anterior legislatura al menos hubo un candidato que logró sumar los escaños de otra formación además de la suya y se presentó a la investidura demostrando que su opción era la más legitimada sumando 130 escaños frente a los 123 del Partido Popular.

Sánchez logró el voto afirmativo de los diputados/as de Ciudadanos a su investidura, lo que significa que logró un consenso entre dos formaciones ideológicamente contrarias. No fueron suficientes, pero al menos demostró su capacidad para llegar a acuerdos no con los iguales, si no con los diferentes.

A día de hoy Rajoy no es capaz de sumar un solo voto de ninguna otra formación a pesar de ser ideológicamente afines. ¿Cómo es posible entonces que prácticamente nadie esté poniendo en entredicho esta incapacidad?, ¿Cómo es posible en cambio que se estén centrando las críticas en acusar a aquellos que en toda lógica están llamados a liderar la oposición, a representar la alterativa?

Rajoy debe enfrentarse a la investidura como hizo Sánchez en la legislatura pasada. Será entonces cuando confirmemos su soledad o debamos valorar si tiene los apoyos que mínimamente se le debiera exigir para que formaciones como el Partido Socialista puedan plantearse otro escenario. De corroborarse el aislamiento del PP, sería en ese caso cuando el PSOE debiera intentar evitar unas terceras elecciones volviendo a asumir el liderazgo de una nueva alternativa de cambio progresista.

No creo que ningún ciudadano/a quiera regresar a las urnas por tercera vez en 12 meses. Supondría un nuevo fracaso colectivo más allá del resultado electoral. Lamento que al presidente del Gobierno en funciones parezca interesarle. Rajoy debiera estar poniendo toda la carne en el asador pero no lo hace, cree que en una cita con las urnas volvería a mejorar el resultado del Partido Popular. Puede que esté en lo cierto o puede que no, pero lo ruín e indecente en su posición es siquiera planteárselo.

Daniel de la Rosa Villahoz
Secretario General de la Agrupación Municipal del PSOE en Burgos

La cuidad no puede ni debe aceptar el “trágala” de los bancos

Artículo de opinión del portavoz del grupo municipal socialista, Daniel de la Rosa, publicado el 16 de julio de 2016 en el Diario de Burgos

Si hay un tema que nos viene ocupando y preocupando el último mes, es el relacionado con el Consorcio para la Gestión de la Variante Ferroviaria de Burgos. Un consorcio que actualmente sostiene una deuda con tres entidades financieras: Caja de Burgos (Caixabank), Caja Círculo (Ibercaja) y Dexia Sabadell de 166,5 millones de euros y por la que a fecha 31 de marzo de 2016, se tenía que haber pagado 30,3 millones de las amortizaciones pendientes, según lo comprometido en el convenio firmado el 16 de mayo de 2014 entre el Consorcio y el Ayuntamiento de Burgos, con el que el Alcalde Javier Lacalle, accede a disolver el consorcio, en caso de incumplimiento de los compromisos de pago adquiridos.

A pesar de gobernar en minoría, el Alcalde y su concejal de Hacienda, el sr. Foronda, después de estar negociando supuestamente durante diez meses para intentar evitar este extremo, llegan a un acuerdo con las entidades acreedoras para refinanciar la deuda, además de suscribir un nuevo convenio, que nos presentan a los grupos de la oposición hace a penas un mes. Un acuerdo cerrado a hechos consumados, un auténtico “trágala” que aquellos que nada hemos tenido que ver en dicha negociación debemos aceptar.

El acuerdo pasa porque la ciudad asuma toda la responsabilidad sobre la deuda que sostiene el Consorcio. De entrada se establece que el Ayuntamiento se compromete a pagar 47,7 millones a razón de 3,61 millones al año por 15 años con cargo al presupuesto. Es lo que las entidades denominan, deuda no sostenible. Por otro lado se establece un plan de amortizaciones condicionado a una serie de ventas de activos (parcelas) del consorcio por el cual se prevé obtener 118,8 millones en 15 años. Un plan de amortizaciones que comienza con 0,8 millones en 2017 pero que termina en 36,4 millones en 2031 y que de no cumplirse, en 180 días sería el Ayuntamiento quien asumiría las deudas pendientes.

Como podrán comprobar se trata de un muy buen negocio para los bancos, un mal negocio para el Consorcio y aún peor para el Ayuntamiento, esto es para el conjunto de la ciudad. Lo único que asumen las financieras es el aplazamiento del pago total de la deuda 7 años, el resto lo asume el Ayuntamiento, y eso a todas luces no es justo, porque las entidades herederas de las cajas también tienen responsabilidades, por lo que debieran asumir parte de la deuda.

Para llegar a esta conclusión no basta con aplicar el sentido común sino valorar lo establecido en los propios estatutos del Consorcio. En primer lugar el Consorcio no es el Ayuntamiento. El Consorcio tiene personalidad jurídica propia, tal como establecen sus estatutos, y es independiente del Ayuntamiento y de las otras entidades consorciadas que junto a él, forman parte del Consorcio: La Caja de Burgos (Caixabank) y la Caja Círculo (Ibercaja). Por lo tanto los 166,5 millones los debe el Consorcio, no el Ayuntamiento.

Segunda cuestión, las dos entidades consorciadas con el Ayuntamiento, Caja de Burgos y Caja Círculo, ingresaron, en concepto de gestión del Consorcio el 2% de todos los ingresos del Consorcio, concretamente 8 millones de euros además de otros 35,5 millones abonados por el Consorcio por los gastos financieros y bancarios. El Consejo Rector del Consorcio, órgano de gobierno y gestión del mismo, está compuesto por 6 miembros en representación del Ayuntamiento y 6 miembros den representación de las entidades financieras, las antiguas Cajas, ahora Cixabank e Ibercaja. Por lo tanto ¿Acaso cabe alguna duda que las dos entidades financieras consorciadas con el Ayuntamiento tendrán que asumir su responsabilidad, habiendo participado a partes iguales con el Ayuntamiento de las decisiones que se adoptaron en el Consorcio, y por lo tanto respecto a los derechos y obligaciones que se puedan devengar ante una posible disolución del Consorcio? Parece obvio que no.

Y en tercer y último lugar, el artículo 18 de los estatutos del Consorcio establecen que solo en el caso de que se disuelva el Consorcio, el Ayuntamiento asumiría las obligaciones que le toquen respecto a las deudas que le pudieran corresponder. Hay que subrayar que dos gabinetes de relevancia nacional y mundial certificaron hace cinco meses que los bancos únicamente podrán imputar a la ciudad la deuda después de haber liquidado todos los terrenos, cuya tasación actual es de 118,8 millones (según Arcano, la consultora encargada por el Consorcio para determinar el valor real de los activos del consorcio). Según uno de estos gabinetes, concretamente Ramón y Cajal, sostienen que “en caso de disolución del Consorcio, deberá procederse a la liquidación de su patrimonio con carácter previo a la atribución del exceso o defecto de la liquidación a favor del Ayuntamiento de Burgos (…) la liquidación se configura como una fase necesariamente vinculada al acuerdo de disolución de la entidad sin que lo dispuesto en los estatutos de un consorcio pueda contravenir el nuevo régimen legal”.

Es por esto que los concejales socialistas nos neguemos a aceptar los términos de la propuesta planteada por las entidades financieras. Una propuesta perniciosa para los intereses de la ciudad, injusta y fuera de toda lógica legal respecto a las cargas que debieran asumir cada una de las partes, de disolverse el Consorcio. Los socialistas votaremos en contra de este nuevo convenio propuesto por las entidades financieras en el pleno del próximo viernes, si éstas no flexibilizan su posición, transigen y aceptan su parte de responsabilidad.

Es muy importante que en este caso la ciudad se sume y apoye a su Ayuntamiento, o al menos a aquellos grupos que como el PSOE, defienden responsablemente sus intereses, en su posición frente a los bancos. Les pido que, en la medida que puedan, trasladen esta posición a sus vecinos, compañeros de trabajo, familiares y amigos. La ciudad puede y debe logar un acuerdo mejor.

Daniel de la Rosa Villahoz
Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos

sábado, 18 de junio de 2016

Miren la papeleta antes de votar, puede que se lleven una sorpresa










*Artículo publicado el 18 de junio de 2016 en el diario digital burgosconecta.com
 
Las elecciones a las Cortes Generales en España no son unas elecciones presidenciales. Nuestro sistema parlamentario, igual que el de la mayoría de Estados europeos como el alemán o el italiano, establece unas elecciones legislativas para designar escaños a la cámara alta de representación territorial (Senado) y a la cámara baja de representación popular (Congreso de los Diputados). Son éstos, nuestros diputados, quienes eligen al Presidente del Gobierno una vez constituido el Parlamento, lo que significa que los ciudadanos y ciudadanas no eligen directamente al jefe del ejecutivo como en Estados Unidos (sistema presidencialista) o Francia (sistema semipresidencialista).

Los electores españoles votan escogiendo candidaturas bloqueadas y cerradas al Congreso y candidaturas abiertas al Senado, de entre los candidatos que las distintas formaciones políticas presentan en cada una de las provincias. Por lo tanto no va a haber un solo vecino y vecina de Burgos que el próximo 26 de junio vote directamente a Rajoy, Sánchez, Iglesias o Rivera.

Llama la atención que en un muy alto porcentaje de electores, éstos desconozcan quienes son las personas en las que está depositando su confianza a la hora de votar. Nunca he acabado de entender porqué para muchos electores, no importe tanto o más conocer al candidato elegido por una formación política para posteriormente intentar su investidura a la Presidencia del Gobierno, que conocer a aquellos candidatos/as que les van a representar directamente en el parlamento y que se presentan para defender y proponer actuaciones concretas en nuestra provincia.

Si usted es uno de esos muchos electores, permítame un consejo: mire la papeleta antes de votar. Contraste a los candidatos/as que presentan las distintas formaciones políticas en nuestra provincia para representarnos en el parlamento español. Moléstese en conocerlos y contraste su talento y capacidad política, su experiencia profesional e institucional, su formación y su compromiso y conocimiento de nuestra ciudad y nuestra provincia.

De entre las cuatro candidaturas con alguna opción de obtener algún escaño al congreso y al senado: Partido Popular, Partido Socialista, Unidos Podemos y Ciudadanos, usted podrá comprobar quienes han priorizando presentando a las personas con las mejores garantías para representarnos a los burgaleses y representar los principios y valores que distinguen a cada opción política, y quienes se han decidido por presentar a dedo desde Madrid, a personas que poco o nada saben ni tienen que ver con nuestra provincia.

¿Adivinan qué diputado/a de los tres partidos que obtuvieron escaño en el Congreso hace seis meses, era el único/a que es de Burgos, estudió en Burgos, trabajó en Burgos y vive en Burgos?, igual les sorprende. Fue la diputada socialista, Esther Peña, que una vez más se presenta como candidata. El colmo ya no es que el Partido Popular recurriera al señor Jaime Mateu (con residencia en Madrid), algo que nos podíamos esperar de un partido como el PP que tiene un sentido de la democracia interna muy particular, sino que PODEMOS, adalides de la democracia directa a través de la participación en sus círculos, decidiera por orden de Pablo Iglesias imponer su candidato, a un cunero paracaidista de Madrid, el tal Miguel Vila (que no sé si habría venido alguna vez por Burgos antes del pasado invierno), para representarnos en el Congreso.

Todos ellos repiten como cabezas de lista apenas seis meses después. Sin quitarle importancia alguna al conocimiento que unos y otros puedan tener de nuestra ciudad y provincia y lo vinculados o no que se sientan con ellas, me gustaría hacer una valoración de lo que los diputados/as y senadores/as por la provincia de Burgos han hecho en a penas cuatro meses que duró la pasada legislatura.

Entre intervenciones en Comisiones y Plenos, preguntas, proposiciones no de Ley, solicitudes de informes,… los parlamentarios del Partido Popular presentaron… 0 iniciativas, el diputado cunero de PODEMOS… 27 y los parlamentarios socialistas Esther Peña (diputada) y Ánder Gil (Senador)… 444, la gran mayoría de ellas referidas a Burgos. En concreto Esther Peña ha presentado 183 preguntas con respuesta escrita, 9 proposiciones no de Ley, ha intervenido 8 veces en Comisión y ha presentado 5 solicitudes de informe. Ánder Gil por su parte ha presentado 213 preguntas con respuesta escrita, 4 mociones, ha intervenido 1 vez en el Pleno del Senado y ha presentado 21 solicitudes de informe.

Creo que después de lo expuesto, no hace falta señalar la importancia que tiene elegir bien a aquellos diputados y senadores que más allá de representar a su partido, van a ser capaces de representar mejor que ningún otro a sus vecinos, a su ciudad y a su provincia. Si como supongo, van reflexionar sobre qué candidato/a merece su voto, espero que entre otros muchos factores, tengan en cuenta a quien votan realmente.

Daniel de la Rosa Villahoz
Secretario General de la Agrupación Municipal del PSOE en Burgos

domingo, 12 de junio de 2016

La posición difícil, la exigente, la responsable, la necesaria

Artículo de opinión publicado el 12 de junio de 2016 en el periódico El Mundo - El Correo de Burgos.

Se cumple un año desde que la nueva corporación municipal se hiciera cargo de nuestro Ayuntamiento. Una corporación que refleja la pluralidad política que los burgaleses decidieron el pasado 24 mayo de 2015, desterrando la mayoría absoluta de un Partido Popular que durante los últimos 12 años hizo con nuestra ciudad todo lo que quiso. 

Desde hace un año se ha impuesto una realidad institucional muy diferente. Por un lado tenemos a un gobierno en minoría del Sr. Lacalle que ha demostrado una extraordinaria debilidad, hasta el punto de que en menos de un año ha pasado de tener de 10 concejales a 9. Por otro lado tenemos a los grupos políticos de la oposición, liderados por un Partido Socialista que ha demostrado poder coger las riendas del gobierno de esta ciudad desde el primer momento. Así se puso de manifiesto en el primer Pleno, donde un servidor obtuvo más votos que el Sr. Lacalle para ser elegido Alcalde, gracias al apoyo de los concejales socialistas y de los de la candidatura de Imagina Burgos. Finalmente nos quedamos a un voto de la mayoría absoluta y Lacalle, por ahora, sigue gobernando nuestra ciudad.

Pero lejos de resignarnos, los socialistas hemos adoptado una posición extremadamente exigente a la vez que responsable desde la oposición. Hemos procurado en todo momento que nuestros compromisos electorales, nuestros compromisos con los vecinos de Burgos, se trasladaran a la agenda de gobierno de nuestro Ayuntamiento a pesar de no gobernar, promoviendo acuerdos entre todos los grupos municipales. A diferencia de lo que demostró el PP cuando el alcalde socialista Ángel Olivares gobernó esta ciudad en minoría entre 1999 y 2003, los socialistas hemos antepuesto los intereses de nuestra ciudad a los de nuestro propio partido.

Ha sido nuestra posición la que ha permitido que la ciudad cuente con un nuevo presupuesto este año. Los socialistas hemos incorporado partidas en el presupuesto 2016 que han supuesto un incremento de 1.35 millones en programas de empleo y servicios sociales y de más de 6 millones en inversiones para nuestros barrios. Empleo, servicios sociales y barrios, nuestras prioridades de la campaña transformadas en realidades para los burgaleses sin ni siquiera estar gobernando. Además, han sido las propuestas del PSOE las que han servido de base para lograr los principales acuerdos de este mandato, como el mapa de distritos de la ciudad, la nueva sociedad de promoción o el vial sobre las Rebolledas entre muchos otros. Es así como encontramos el significado de ejercer una oposición exigente y responsable, la más difícil, la menos agradecida, pero la necesaria si queremos que la ciudad avance.

También hemos sido determinantes y contundentes denunciando las irregularidades que Partido Popular ha cometido desde el gobierno: las facturas sin contrato del gabinete de comunicación, la parcela de Pozanos frente al HUBU donde se pretendía incumplir el PGOU, el fraude de ley parcializando los pagos al Foro de la Cultura y por supuesto, el caso Gómez, hoy concejal no adscrito de nuestro Ayuntamiento.

No es la primera vez que he manifestado que mientras no podamos gobernar, mientras no nos dejen gobernar, los socialistas no vamos a contribuir a paralizar la ciudad. Hemos demostrado nuestra capacidad de gestión y de acuerdo con el resto de formaciones políticas de nuestro Ayuntamiento. Hemos demostrado que a lo largo de los más de 40 encuentros que hemos mantenido con vecinos, asociaciones, colectivos y organizaciones sociales de la ciudad en apenas 12 meses, los socialistas sabemos afrontar nuestros compromisos, sabemos cumplir la palabra dada. 

De eso se trata, de demostrar que el Partido Socialista representa la alternativa responsable al gobierno del Partido Popular. Ese fue el lema de nuestra campaña en las elecciones municipales. Un año después me siento satisfecho porque hayamos sido capaces de demostrarlo. No sé si esto es nueva o vieja política, de lo que estoy seguro es que es política de la buena.

Daniel de la Rosa Villahoz. Portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Burgos.

jueves, 14 de abril de 2016

Los barrios saben que el PSOE cumple la palabra dada

Artículo de Daniel de la Rosa publicado en el diario www.burgosconecta.es el 2/4/2016.

De la Rosa en San Julián
El empleo, los servicios sociales y nuestros barrios han sido las prioridades de los socialistas desde el primer día que arrancó la carrera por la alcaldía en las pasadas elecciones municipales. Así lo reflejó nuestro programa electoral, y así lo hemos demostrado en los primeros nueve meses de este mandato en los que, a pesar de no gobernar, hemos impulsado todo lo que hemos sido capaces para que nuestras tres prioridades, también lo fueran del Ayuntamiento.


Después de casi medio centenar de reuniones con los colectivos sociales y vecinales en diferentes barrios de nuestra ciudad en poco más de un año, los socialistas de Burgos hemos ido comprometiendo con el equipo de gobierno actuaciones en materia de gasto e inversión que vayan compensando el agravio histórico que han sufrido la mayoría de los barrios de Burgos respecto a otras zonas privilegiadas.


Comprometiendo un mapa de distritos que va a discriminar positivamente a los barrios periféricos de la ciudad, formando entre todos ellos un distrito especial, independiente de los otros cuatro que incorpora el casco urbano. Comprometiendo más gasto público allí donde más se necesita, allí donde viven aquellos vecinos y vecinas en una situación más precaria. Solo gracias a nuestras enmiendas, el presupuesto inicialmente aprobado para este año contempla un incremento de 1,16 millones para programas de empleo y servicios sociales.


Pero si había una exigencia de los barrios que queríamos comprometer, esa era la inversión de nuestro Ayuntamiento. Por eso dentro de las inversiones sostenibles que el Ayuntamiento de Burgos debe desarrollar en los próximos nueve meses, se encuentran más de 6 millones de euros que en su mayoría están destinados a nuestros barrios. Inversiones que los socialistas hemos comprometido por escrito con el Alcalde y con las que vamos a ser exigentes al extremo.


Entre las partidas presupuestarias destinadas a inversión y las inversiones sostenibles derivadas del remanente de tesorería, los socialistas hemos comprometido actuaciones en San Juan de Los Lagos, la subida de San Miguel, Las Torres de Gamonal, Villafría, Las Rebolledas, el pueblo antiguo de Gamonal, San Cristóbal, Villímar, la barriada Illera, San Pedro de la Fuente, Los Pisones, G-9, La Ventilla, Villalonquéjar, San Julián y Las Llanas.


Hay dos opciones ante las cuales un partido en la oposición puede situarse. Solo una de ellas requiere del esfuerzo de encontrar espacios para el acuerdo que posibiliten avances en la ciudad. Solo una de ellas requiere de la responsabilidad suficiente como para anteponer los intereses de la ciudad antes que ningún otro. Solo una de ellas requiere de la tenacidad y la exigencia necesarias de hacer posible aquello a lo que te comprometes con tus vecinos, a pesar de no gobernar. No de boquilla, con hechos. Esa es la opción en la que nos situamos los socialistas. La del cumplimiento de la palabra dada. Es la única que nos permite demostrar nuestra capacidad para gobernar, la única que nos permite trasmitir con seguridad que de asumir el gobierno de la ciudad, estaremos a la altura.


Daniel de la Rosa. Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos y Secretario General de la Agrupación Municipal