jueves, 7 de diciembre de 2017

Nuestra ciudad como prioridad

*Artículo de opinión publicado por el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Daniel de la Rosa en EL CORREO DE BURGOS.

La necesidad de reestructuración de la deuda que arrastra el Consorcio para la gestión del Polígono de Villalonquéjar es indiscutible. Estamos hablando de casi 110 millones de euros consecuencia de las inversiones acometidas para la urbanización de la ampliación de este polígono industrial de la ciudad. Unas inversiones que se ejecutaron con préstamos concedidos por la antigua Caja de Burgos (ahora Caixabank) y el ICO, y que el Consorcio tiene que devolver. Esta reestructuración ha estado pendiente durante casi todo un año debido a la incapacidad política y de gestión de aquellos que tienen la responsabilidad de gobernar nuestra ciudad y de aquellos que lo están permitiendo.

Ya con la reestructuración del Consorcio para la Gestión de la Variante Ferroviaria, todos los grupos políticos municipales pudimos aclarar que tipo de responsabilidades tendría que asumir el Ayuntamiento de disolverse ambos consorcios: todas. Por lo tanto, y al menos para el Grupo Municipal Socialista el objetivo debía pasar por alcanzar el mejor acuerdo posible con las entidades acreedoras de ambos consorcios para evitar que el Ayuntamiento de Burgos tuviera que asumir la mayor parte de su deuda.

Sucede que éramos los únicos que lo teníamos claro. El Sr. Lacalle sabía muy bien que no había otra opción, pero a pesar de ello aceptó los términos del acuerdo que le propuso C’s en enero de este año solo con el único propósito de paralizar la moción de censura con la que PSOE e Imagina Burgos ya habíamos alcanzado un preacuerdo. En el acuerdo entre el PP y C’s ambas formaciones se comprometieron a proponer una alternativa a dicha reestructuración y de no ser posible (cuestión suficientemente demostrada), en elevar una propuesta conjuntamente para un nuevo convenio. Un acuerdo que desde su inicio no ha hecho sino poner en riesgo no solo la viabilidad del Consorcio sino a la propia hacienda municipal.

Durante los últimos diez meses hemos podido comprobar como se iban acumulando impagados e intereses de demora, que el próximo 31 de diciembre alcanzarán casi 4 millones de euros. Mientras, tanto C’s como el PP han sido incapaces de materializar el acuerdo al que se comprometieron hasta el punto de que el Pleno del Ayuntamiento rechazara por dos veces la propuesta del equipo de Gobierno con el voto en contra de la formación naranja, la última vez el pasado 27 de octubre. Inmediatamente el PSOE se dirigió por escrito al Alcalde para que nos aclarara si dadas las circunstancias estaba valorando la posibilidad de disolver el Consorcio, si esperaba llegar aún algún acuerdo con C’s a pesar de haber fracasado ya dos veces, y si tenía la intención de asumir alguna responsabilidad al respecto.

Casi un mes después el Alcalde por fin reconoció el error que supuso vincular a su acuerdo político con C’s un problema tan serio como éste, además de asegurar que en ningún caso iba a promover la disolución del Consorcio y reconociendo que debía ser el PSOE quien planteara sus condiciones para posibilitar la reestructuración de la deuda. Y así lo hicimos. El pasado 1 de diciembre le expusimos públicamente las cuatro condiciones con las que de aceptarse por todas las partes implicadas, apoyaríamos un nuevo convenio con el que abordar la tan necesaria reestructuración.

En primer lugar la condonación por parte de las entidades acreedoras de los casi 4 millones de intereses de demora. En segundo lugar la incorporación de una nueva cláusula para negociar un nuevo acuerdo de reestructuración si las previsiones de venta de las parcelas del Consorcio varían desfavorablemente. En tercer lugar la adaptación de los estatutos del Consorcio a la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración y a la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público. Y en cuarto lugar la reclasificación del Consorcio de Villalonquéjar como Sociedad No Financiera y no dentro del sector de Administraciones Públicas, por parte de la Oficina Nacional de Contabilidad y Eurostat.

Esta última condición, sin duda la más relevante, es fundamental para evitar que la mayor parte de la deuda del Consorcio (73,35 millones) se incluya a la hora de calcular el nivel de endeudamiento municipal respecto a los ingresos corrientes, una vez se supere el plazo de dos años de moratoria establecido en la disposición adicional primera del Real Decreto-Ley 7/2013, esto es, a partir de 2019. Si no logramos que esta reclasificación se materialice en los primeros meses de 2019, la reestructuración que podamos acordar servirá de poco a efectos municipales.

Los socialistas no pedimos nada para este Consorcio de Villalonquéjar que no se haya demostrado posible con el Consorcio del Desvío, no exigimos nada que no logramos ya con aquel. Ahora bien, lo que sí que le hemos exigido al Alcalde es que demuestre estar a la altura de las circunstancias, algo que no ha hecho hasta ahora, que demuestre el arrojo político de asumir las máximas responsabilidades en caso de fracasar en el cumplimiento de estas condiciones, extremo con el que hemos conseguido su compromiso por escrito. De cumplirlo o no, los burgaleses valorarán lo que vale su palabra y la del Partido Popular en nuestra ciudad.

Llegados a este punto, de vincularse estos compromisos al nuevo convenio con el que abordar la reestructuración de la deuda de este Consorcio, el PSOE votará a favor. A favor de garantizar la viabilidad de un polígono industrial capaz de atraer empresas competitivas. A favor de despejar diez meses de incertidumbre para decenas de proyectos empresariales con los que generar centenares de puestos de trabajo en Burgos. A favor de generar recursos con los que dinamizar económica y socialmente nuestra ciudad.

Esta es la política en la que creemos los socialistas de Burgos. Aquella con la que a pesar de estar en la oposición, somos capaces de plantear soluciones resolviendo los principales problemas de la ciudad. Aquella con la que anteponemos los intereses de la ciudad a cualquier tipo de rédito partidista. Aquella con la que evidenciamos nuestra capacidad de coger las riendas del Gobierno municipal en cualquier momento. Esta es la política del PSOE, esta es la izquierda de Gobierno.

Daniel de la Rosa Villahoz
Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos

sábado, 28 de octubre de 2017

Ya es hora de que cada grupo político asuma su responsabilidad en este Ayuntamiento

Artículo escrito por Daniel de la Rosa, portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Burgos, para el periódico digital www.burgosconecta.es 

Los socialistas llevamos dos largos años demostrando nuestra capacidad de acuerdos con todas las formaciones políticas con representación en el Ayuntamiento de Burgos. Repito, con todas. Es lo que conlleva asumir desde el primer momento el nuevo escenario institucional derivado de las últimas elecciones municipales. Una nueva realidad política que nos obliga a todos a demostrar nuestra capacidad de consenso.
 
Bien es cierto que el resto de grupos municipales no están interpretando igualmente su papel dentro de nuevo escenario político. Varios concejales del Partido Popular por ejemplo no acaban de asumir su Gobierno en minoría, no son conscientes que en una negociación hay que ceder para llegar a un acuerdo, por lo que se resulta ya no muy difícil sino a veces imposible, materializar buena parte de las iniciativas que unos y otros proponemos.

El Grupo Imagina (Podemos) por ejemplo, tiene establecido por norma oponerse a todo lo que suponga un acuerdo expreso con el Partido Popular, independientemente de si es bueno, malo o regular lo que se plantea, siempre encuentran argumentos para intentar justificar su voto en contra. En cambio a Ciudadanos le pasa lo contrario. La formación naranja en Burgos casi siempre quiere llegar a acuerdos con el PP, pero cuando lo hacen, nunca se sienten satisfechos.

Será por esto por lo que incluso en aquellos asuntos con los que otras formaciones establecen acuerdos al margen del PSOE, todos acaben recurriendo a los concejales socialistas para posibilitar el consenso. Un buen ejemplo es la propuesta sobre el nuevo Convenio vinculado a la reestructuración de la deuda del Consorcio para la Promoción del Polígono Industrial de Villalonquéjar que acaba de rechazar por segunda vez el Pleno.

Resulta que hemos estado nueve meses a la expectativa de que PP y C's fueran consecuentes con su acuerdo de enero, por el que se comprometieron entre otras cosas a acordar una reestructuración de la deuda de este consorcio si no eran capaces de presentarnos otra alternativa. Lo sorprendente es que pasado todo este tiempo aún seguimos sin acuerdo.

En los últimos días tanto el Partido Popular como C's han apelado a la responsabilidad que hemos demostrado los socialistas en otras ocasiones para que posibilitáramos la aprobación del nuevo convenio propuesto para el Consorcio de Villalonquéjar; también Imagina, lo cual resulta increíble (consejos doy que para mí no tengo). Pero a todos ellos se les ha pasado por alto algo fundamental. Los socialistas jamás rehusamos de nuestra responsabilidad, pero de la nuestra, no de la de los demás.

Ayer en el Pleno le recordé a la Sra. Bañeres que PSOE e Imagina suscribimos en diciembre del año pasado un borrador para una moción de censura contra Lacalle animados por la propia portavoz de Ciudadanos, y que en dicho borrador había una claúsula en la que nos comprometimos a valorar todas las opciones posibles respecto a la deuda de este Consorcio.

Estoy seguro que de estar gobernando el Ayuntamiento hoy en día, los socialistas hubiéramos acordado con Imagina y C's una propuesta para este Consorcio hace meses. Lamentablemente ese borrador de diciembre se quedó en nada.

Ciudadanos, en lugar de sumarse al PSOE e Imagina con la moción de censura que había propuesto apenas un par de meses antes, eligió suscribir en enero un acuerdo con el Partido Popular para consolidar a Lacalle al frente de la Alcaldía para lo que resta de mandato. Y como decía antes, en dicho acuerdo estaba el compromiso de ambas formaciones de llegar a un acuerdo también con el Consorcio de Villalonquéjar.

Hoy durante el Pleno del Ayuntamiento de Burgos hemos vuelto a comprobar, como ya hicimos en el Pleno extraordinario del 28 de julio, que PP y C's seguían sin alcanzar ese acuerdo. Y yo me pregunto ¿Acaso esperaban que aquellos que hace menos de un año estuvimos dispuestos a mandar al Partido Popular a la oposición asumiendo la responsabilidad de gobernar esta ciudad, íbamos a asumir el mismo grado de responsabilidad sin gobernar? O dicho de otro modo ¿Acaso aquellas formaciones que firman un acuerdo con el que mantener al actual Gobierno para lo que resta de mandato, esperaban que los que estamos fuera de ese acuerdo actuemos como si estuviéramos gobernando? Pues sí, eso parece.

Lo que es evidente es que Lacalle, Foronda y el PP han vuelto a fracasar en su intento de imponer su "no acuerdo" con C's ante el Pleno del Ayuntamiento de Burgos. También es evidente que ambas formaciones son incapaces de cumplir con sus compromisos. Pero lo que es aún más evidente es que los 109,85 millones de la deuda financiera del Consorcio a 31 de julio, sigue pendiente de una reestructuración a 27 de octubre y que los 25,13 millones de deuda vencida pendiente de pago también.

A los socialistas no nos cabe ninguna duda de que se disuelva o no el Consorcio, la única opción a corto plazo pasa por alcanzar otro tipo de acuerdo con las entidades financieras acreedoras de la deuda para su reestructuración. Esto es algo algo que llevamos diciendo no ahora, sino desde que en 2014 el Alcalde colocó a nuestro Ayuntamiento entre la espada y la pared comprometiéndose ante estas entidades con dos hitos financieros que él sabía imposibles, a cambio de despejar el nubarrón que le suponía la deuda de los Consorcio ante a las elecciones municipales de 2015.

Luego algunos se extrañan que condicionáramos nuestro apoyo para este convenio a cambio de su dimisión. Ya es hora de que cada grupo político asuma su responsabilidad en este Ayuntamiento, hasta ahora el PSOE ha asumido toda la responsabilidad.


jueves, 5 de octubre de 2017

Mi reflexión en alto sobre la crisis política en Cataluña

Artículo escrito por Daniel de la Rosa, secretario general de la Agrupación Municipal del PSOE en Burgos, para el periódico digital www.burgosconecta.es 

 Háganse estas dos preguntas: ¿Cómo hemos llegado a este punto con Cataluña? y llegados a este punto ¿Qué es lo que procede hacer ahora para evitar el desastre? Supongo que no seré el único que desde cualquier localidad española se lo ha preguntado estos días, atendiendo a lo que está pasando allí y a como está afectando al resto del Estado.

Respecto al por qué hemos llegado a este punto, debo reconoceros que tengo una respuesta desde hace demasiado tiempo, todo el tiempo que llevan los secesionistas catalanes retroalimentándose de la posición del Partido Popular al frente del Gobierno de España.

Todo empezó hace algo más de diez años, con el grave error que cometió un Partido Popular entonces en la oposición, recurriendo el nuevo estatuto de autonomía de Cataluña. Entonces, con la aprobación del estatuto en marzo de 2006, se consiguió un acuerdo político entre la Generalitat y el Gobierno de España que ratificó el Congreso de los Diputados y que renovaba el encaje de esta autonomía dentro del Estado español para toda una nueva generación.

El tijeretazo que supuso la sentencia del Tribunal Constitucional (respetable, pero a mi juicio muy desafortunada) a una ley refrendada en un referéndum (legal) por el pueblo catalán, supuso la primera chispa del incendio independentista que se ha venido extendiendo hasta nuestros días. Fue un error político de bulto que está trayendo graves consecuencias y que es reconocido incluso por ex ministros del Partido Popular, como el diputado Manuel Gª Margallo, que hace justo un mes en una entrevista a un medio de comunicación subrayó que el recurso “fue excesivo y la recogida de firmas petitorias que realizó el PP otro error”.

Desde entonces la posición del Partido Popular, más agravada si cabe desde el Gobierno, ha consistido en una total ausencia de relación con la Generalitat, desechando de forma continuada cualquier posibilidad de diálogo con las diferentes reivindicaciones que se le derivaban desde Cataluña. De aquellos barros, estos lodos.

Desde el otro lado, primero Más y ahora Puigdemont, han venido desafiando todos estos años no solo al Gobierno de España, sino al Estado de Derecho. Lo han hecho con premeditación y alevosía, hasta cometer graves ilegalidades como la consulta realizada hace tres años y ahora con la aprobación de la ley de transitoriedad catalana y la convocatoria de un referéndum inconstitucional.

La pasividad de Rajoy para hacer frente a este desafío, su atrincheramiento desde la Moncloa, el haber estado años rehuyendo la política escudándose en los jueces y con el único argumento de la legalidad, unido a la desfachatez con la que Puigdemont y sus socios han actuado y están actuando, alentando a la sociedad catalana contra cualquier otra persona que no piense como ellos, contra las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y promoviendo la persecución hacia aquellos responsables políticos que defienden el Estado de Derecho, nos lleva a una situación de extrema gravedad institucional y social, especialmente en Cataluña, pero también en el resto de España.

Contestada la primera de las preguntas, para encontrar una respuesta a la segunda hay que analizar la urgencia de la situación en la que nos encontramos ante una posible declaración unilateral de independencia del parlamento de Cataluña el lunes o el martes de la próxima semana.

Personalmente sigo creyendo en la política como el único instrumento con el que alcanzar acuerdos para resolver conflictos sociales, pero también soy de los que defiendo que el diálogo y el acuerdo político tiene que producirse siempre dentro de la legalidad. Por ello, lo primero que se le ha de exigir al Gobierno de Cataluña y a las formaciones políticas que lo sustentan, es que desconvoquen el Pleno previsto para el lunes (un pleno declarado ya ilegal ya no solo por los letrados del propio Parlament, sino por el Tribunal Constitucional ante el recurso interpuesto por el PSC) y renuncien expresamente a la declaración unilateral de independencia.

Puigdemont, igual que le ha ocurrido a Más, se verá las caras con la justicia por las ilegalidades que ya ha cometido, pero ahora, aún como Presidente de la Generalitat y principal artífice de lo acontecido estos días en Cataluña, debe rectificar. Solo así se podrá reconducir la situación desde la política y de acuerdo al marco normativo que nos hemos dado entre todos, sin tener que recurrir a otros instrumentos que pudieran agravar aún más si cabe el conflicto.

Sería irresponsable no situarse en el escenario de una declaración unilateral de independencia, pero también lo sería descartar que podamos conseguir evitarlo. Cada día que pasa se comprueba que la balanza va sumando argumentos a aquellos que defendemos el Estado de Derecho y se los va restando a los secesionistas. Es por esto que cobra muchísima relevancia los pasos que se vayan dando estos días.

Por otro lado, me llama poderosamente la atención algunos comentarios que se han producido esta semana sobre la posición que está adoptando mi partido, el Partido Socialista, con esta crisis. Algunos nos acusan de lanzar mensajes difusos, poco contundentes, e incluso desleales. Pero repasando la posición que ha venido mantenido la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, no cabe duda que siempre ha estado y estará en la defensa del Estado de Derecho, de la Constitución y de las Leyes, y lo estará también en defensa de aquellos que suponen la salvaguarda de nuestra democracia y nuestras libertades públicas como son los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Nuestra lealtad lo es también con los millones de españoles que confían en el PSOE, no solo como lo que es y ha sido siempre: el mayor instrumento de transformación social de nuestro país, sino como el canalizador político de sus valores, ideales y principios. En la defensa de estos principios y valores no podemos sino denunciar que el Gobierno del Partido Popular, tal y como ya he comentado, ha cometido serios errores. Los cometió también el pasado domingo a través de un operativo que no pudo evitar la votación en el referéndum ilegal y que dejó a la Guardia Civil y la Policía Nacional a los pies de los caballos.

El pasado miércoles escuché en un programa de radio al portavoz del Sindicato Unificado de Guardias Civiles señalando públicamente estos mismos errores. Porque más allá de la desobediencia o deslealtad de algunos Mossos d’Esquadra, el escenario que se produjo a posteriori y que tuvieron que asumir casi en exclusiva la policía nacional y la guardia civil, desencadenó en una serie de incidentes que agravaron el conflicto, que todos hubiéramos deseado haber evitado y que ha provocado la crítica de la comunidad internacional sobre cómo se había actuado para intentar impedir la votación, críticas que llegaron incluso de la Comisión Europea.

Por lo tanto, el PSOE hizo bien en criticar al Gobierno como responsable de dichos incidentes, lo cual es perfectamente compatible con apoyar a las instituciones del Estado ante el desafío secesionista en Cataluña. No cabe tampoco ninguna duda que la exigencia del PSOE con el Gobierno del PP será que ante las decisiones que deba afrontar actúe con proporcionalidad, con inteligencia política y evitando en la medida de lo posible agravar aún más el conflicto.

Los socialistas seguiremos apelando al diálogo y al acuerdo dentro de la legalidad, porque es la única forma de encontrar una solución. Y necesariamente de ese diálogo deben participar los protagonistas que nos han llevado a esta situación: las formaciones independentistas catalanas que sustentan al Gobierno de la Generalitat y el Partido Popular.

Soy de la firme opinión que después de casi 40 años, nuestro marco de convivencia se puede y se debe cambiar. Creo sinceramente que debemos afrontar una reforma constitucional para renovar entre otras muchas cosas las relaciones entre el Estado y las distintas comunidades autónomas, revisar nuestro modelo de Estado y de Gobierno y por supuesto afrontar un nuevo estatuto de autonomía de Cataluña con el que la mayoría de los catalanes encuentren su encaje dentro de España. Parece inevitable pues que al final, de un modo u otro, estemos abocados a unas nuevas elecciones o a uno o dos referéndums (legales) para que entre todos los españoles renovemos ese marco de convivencia y para que los catalanes renueven también el suyo.

Pero antes debemos hacernos una última pregunta ¿Queremos o no queremos que la mayoría de los catalanes quieran permanecer dentro del Estado español? Si no queremos, entonces sigamos animando a Rajoy y Puigdemont a que sigan como hasta ahora: uno escudándose exclusivamente en el cumplimiento de la legalidad y desterrando para siempre la política, y el otro desafiando al Estado de Derecho, incumpliendo la ley, y tolerando persecuciones políticas.

En cambio si lo que queremos es que la mayoría de los catalanes se identifiquen también con el Estado español, tendremos que asumir que debemos recuperar la política, el diálogo y el acuerdo hasta encontrar una solución. Eso sí, un diálogo y un acuerdo político que en todo caso debe producirse dentro de la legalidad.


Daniel de la Rosa Villahoz
Secretario General de la Agrupación Municipal del PSOE en Burgos

sábado, 27 de mayo de 2017

La unidad del PSOE, una responsabilidad compartida por todos

Artículo publicado , el 27 de mayo de 2017 en el periódico digital www.buegosconecta.es

Los socialistas hemos vuelto a ser protagonistas, esta vez y después de varios meses no muy ejemplarizantes, protagonistas pero para bien. El pasado domingo el Partido Socialista Obrero Español dio toda una lección, una lección democrática. Más del 80% de los militantes del PSOE pasaron por las urnas para elegir entre tres candidaturas la Secretaría General del partido, y han sido los militantes quienes han recuperado con su voto el liderazgo del compañero Pedro Sánchez.

Pedro ha recibido el apoyo mayoritario de los socialistas. Su triunfo es incontestable. Él y su proyecto han quedado sobradamente legitimados. Creo sinceramente que la evidente ilusión que ha generado su victoria en este Congreso para la mayoría de los militantes socialistas, también es compartida por millones de ciudadanos/as progresistas. Una ilusión renovada que supone la última oportunidad para un PSOE que ha venido perdiendo credibilidad y confianza desde hace siete años.

Yo no voté a Pedro. Voté al compañero Patxi. Lo hice con convicción personal, por el mismo motivo que los más de 15.000 socialistas que le dimos nuestro apoyo. Lo hicimos porque le consideramos el mejor de los tres candidatos para unir el PSOE, para integrar a todas las sensibilidades, para definir un nuevo proyecto político compartido por todos/as. Lo hice por eso y debo confesarlo, también por la admiración que siempre me ha profesado y por la estrecha relación que ha mantenido desde años con nuestra Agrupación.

Pero igual que en otros procesos congresuales, el hecho de haber votado libremente y en conciencia por aquel compañero/a que consideraba mejor para el partido en cada caso, no impide que desde el minuto uno, me ponga a colaborar conjuntamente con el resto de mis compañeros/as para que Pedro y el proyecto que representa su candidatura, también sea representativo de todos los socialistas, de los militantes, y de una gran mayoría social que tiene de nuevo un motivo para volver a ilusionarse y confiar en el PSOE.

Perdonadme por expresarme en primera persona. Esto no depende de lo que uno crea, depende de que lo creamos todos. Empezando por Pedro y acabando por ese compañero/a afiliado/a hace apenas unos meses en cualquiera de nuestras casas del pueblo. Ahora depende de todos nosotros que ese triunfo sea también el de todos los socialistas, de los que votaron a Pedro y del 49 % que no lo hicieron, de los que votamos a Patxi y de los que votaron a Susana. La unidad del partido en torno a Pedro Sánchez ya no es una opción, es una obligación. Ese es el compromiso que debemos interiorizar todos, y es desde mi pequeña responsabilidad como Secretario General de una Agrupación Municipal, por el que estoy a trabajando desde el primer día.

El pasado jueves, mis compañeros y compañeras de la Agrupación Socialista de Burgos también dieron una lección. Demostraron que para integrar a todas las sensibilidades del partido en una sola candidatura, solo es necesario valorar por encima de todo la unidad del PSOE. Y así lo hicieron, consensuando una propuesta de delegación al Congreso Provincial Extraordinario conformada por compañeros/as que votaron a Pedro, a Patxi y a Susana, en la proporción correspondiente al resultado obtenido por cada una de las candidaturas en la Agrupación. Soy consciente que este ejercicio de responsabilidad también se ha demostrado en la mayoría de las Agrupaciones a lo largo y ancho del país, lo cual me satisface doblemente.

No sé si un Secretario General de una Agrupación Municipal debe considerarse más como una parte de la dirección del partido, que como aquel que los militantes de una Agrupación le eligieron con su voto directo para representarlos. Personalmente siempre he querido asumir que mi rol como Secretario General en Burgos tiene mucho más que ver con esto último. Y por eso me siento más orgulloso si cabe de que el PSOE cuente en Burgos con tantos y tan buenos socialistas.

Daniel de la Rosa
Secretario General de la Agrupación Municipal del PSOE en Burgos

sábado, 29 de abril de 2017

“Recen ustedes tres ave marías y un padre nuestro”

Artículo de opinión escrito por el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Daniel De la Rosa, para el periódico digital www.burgosconecta.es el 29 de abril de 2017

Concluida la Comisión de Investigación sobre los programas de movilidad europeos que fueron concedidos al Ayuntamiento de Burgos, al Plan Estratégico y desviados a la Red Civinet, todos los grupos políticos municipales, incluido el PP, han coincidido en que el equipo de Gobierno ni controló, ni supervisó la gestión que las entidades instrumentales del Ayuntamiento desarrollaron sobre éstos desde 2013.

Todos reconocen que aquellos que debieron asumir las funciones de tutelar y coordinar correctamente los cuatro proyectos investigados, no hicieron bien su trabajo, pero solo dos grupos, el PSOE e Imagina, han sido capaces de derivar estas conclusiones a la asunción de responsabilidades políticas. C’s en cambio ha preferido solicitar al gobierno del Partido Popular que reconozca que no lo hizo bien, pida perdón y rece tres ave marías y un padre nuestro.

En política, cuando uno se equivoca desde el Gobierno y permite que varios programas públicos subvencionados con cientos de miles de euros los controle una persona ajena a la propia institución, haciendo y deshaciendo con ellos lo que le viene en gana, hasta tal punto que hoy en día el desvío de esos programas de unas entidades a otras está siendo objeto de investigación judicial por unas supuestas falsificaciones de firmas, debe asumir su responsabilidad.

Esto es lo que se ha producido exactamente con este caso. Desde 2013 han sido tres los responsables políticos del PP que asumieron la concejalía delegada de movilidad. Curiosamente ninguno de ellos fueron designados para controlar estos proyectos de movilidad en las entidades que los gestionaban. Lo fue la concejala delegada de innovación y desarrollo sostenible, que como reconoció en la propia Comisión, se enteró de cómo se había procedido con estos proyectos hace apenas unos de meses.

Mientras tanto, la Asociación Plan Estratégico y la Asociación Red Civinet se han estado disputando la gestión de dos de los proyectos de movilidad subvencionados con más de 350.000 € de la Comisión Europea. Parte de estos recursos, como afirmó el Gerente de la Red durante su comparecencia en la Comisión, se destinaban en el Plan Estratégico para ir sufragando gastos diversos, fundamentalmente del personal, hasta que llegara el momento de justificar esos fondos públicos.

Por tanto esta Comisión también nos ha servido para comprobar el tipo de utilización que se hacía por parte del Plan Estratégico de algunos de los proyectos que tenía asignados. Un argumento más a favor de la decisión que ha tomado el Ayuntamiento, desde la exigencia del PSOE, de abandonar el Plan Estratégico y terminar con las entidades paralelas que se han generado en torno a él.

Llama la atención que en proyectos en los que el Ayuntamiento participa, no exista una solicitud formal de ningún órgano competente, como la Junta de Gobierno Local, ni siquiera un mínimo expediente. Un ejemplo es el proyecto PTP-Cycle, del que solo disponemos de la documentación que nos ha proporcionado el Gerente de la Red Civinet y que sitúa la gestión del proyecto directamente en el Ayuntamiento sin que exista una solicitud previa.

Es lamentable comprobar también el tipo de fiscalización que realiza la Comisión Europea sobre la gestión de estos proyectos. Confía la coordinación a uno de los socios y solo se encarga de revisar la justificación, que en la mayor parte de las subvenciones recibidas se hace a través de gastos indirectos y horas de trabajo dedicadas supuestamente en los proyectos que deben certificar el concejal de turno.

De los cuatro proyectos de movilidad investigados, queda pendiente de fiscalización la segunda parte de la subvención recibida del proyecto PTP-Cycle y el destino de la subvención concedida para continuar con el proyecto CityMobilNet del programa europeo URBACT-III. Lo que ya es seguro es que la Asociación Red Civinet va a tener que devolver al coordinador del proyecto europeo Veloccitá (DTV Cosnultans) 27.955 € por no haber podido justificar esa parte de la subvención.

No cabe duda que de la experiencia se aprende, y de los errores también. El Ayuntamiento deberá derivar la gestión de todos los proyectos que le sean concedidos en el futuro a aquellos servicios y entidades municipales sobre los que todos los grupos políticos puedan ejercer su control desde la máxima transparencia. Eso ya supondrá una garantía de inicio respecto al nulo control que ha demostrado el equipo de Gobierno del PP con estos cuatro proyectos de movilidad investigados por esta Comisión.

lunes, 3 de abril de 2017

Es el momento de hablar con franqueza en el PSOE

Artículo de opinión publicado en el periódico www.eldiario.es el 3 de abril de 2017.

El 39º Congreso Federal del PSOE ya ha sido convocado formalmente por el Comité Federal este pasado sábado. El 21 de mayo todos los militantes socialistas podremos votar a la Secretaría General y los días 16, 17 y 18 de junio celebraremos el Congreso.

Bien, superada ya su convocatoria (que no ha suscitado poco debate), es la hora de que cada militante valore qué PSOE quiere y se decida entre las alternativas que representan cada uno de los candidatos/as, no por la que crea que cuenta con más opciones de ganar, sino por la que considere que es la mejor. Es la forma más honesta y responsable de afrontar no solo éste, sino cualquier otro proceso congresual.

Y es un ejercicio de responsabilidad que debemos asumir todos, dirigentes y militantes. Solo hay que pensar un poco cómo se encuentra el partido, en su momento más crítico desde la transición, como para darse cuenta que debemos afrontarlo desde la máxima responsabilidad, con decisión a la hora de debatir cada una de las posiciones pero también con todo el respeto al compañero/a que piensa diferente.

Estamos inmersos en un proceso congresual decisivo, decisivo para el partido y decisivo para el país, y todos y cada uno de los militantes socialistas tenemos la responsabilidad de resolverlo y resolverlo bien. No podemos volver a cerrar un nuevo congreso en falso como ocurrió en 2012, en Sevilla, o en el congreso extraordinario de Madrid hace tres años. Tenemos que recuperar la lealtad que siempre demostró este partido a las resoluciones y liderazgos que resultaban de los Congresos, y eso significa que todos los socialistas tenemos que ponernos a disposición de la nueva dirección con la mejor actitud para colaborar, al día siguiente, sea quien sea el compañero/a que ocupe la Secretaría General.

El Congreso es el principal órgano de debate y decisión que nos hemos dado los socialistas para resolver qué es lo que el PSOE va a ofrecer a la sociedad española para un determinado tiempo. Por lo tanto no entendería que tanto los militantes como los dirigentes no aprovechen este proceso para hablar honestamente de aquello que quieren para su partido, de lo creen mejor, de qué modelo de organización prefieren, de qué propuesta política debemos presentar, de quién debiera liderarla.

Yo nunca he sabido estar de perfil en política (creo que por definición no es posible). Todo dirigente político debiera asumir el liderazgo que se le presupone, demostrando su capacidad para afrontar el debate político, no desde el tactismo partidista, sino desde sus convicciones y no solo hacia fuera de su organización sino fundamentalmente hacia dentro, hacia sus compañeros/as. Por eso no puedo compartir la actitud huidiza que detecto en algunos dirigentes que están más pendientes de no equivocarse en el apoyo (no vaya a ser que no se lo den al ganador/a) o de no confrontar su opinión con la de otros compañeros que, a pesar de no compartirla, merecen conocerla.

Particularmente creo que la mayoría de los militantes de nuestro partido, también exigen a sus dirigentes que les hablen con franqueza sobre lo que realmente piensan, más allá de exigir la neutralidad durante el proceso que necesariamente deben garantizar todas las Ejecutivas en cada ámbito territorial. No me imagino a compañeros como Guerra, Borrell o Ibarra entre otros, poniéndose de perfil en el Congreso Extraordinario de 1979, cuando el PSOE abandonó el marxismo después de la dimisión de González, o en el 35º Congreso cuando la Secretaría General se la disputaban Zapatero, Bono, Díez y Fernández.

Y a pesar de que el nivel de exigencia que se le presupone a un militante de base no es equiparable al de sus dirigentes, también debe asumir que en su mano está el futuro del partido. Por ello, también es nuestro deber como dirigentes, en el ámbito que le corresponda a cada uno,  el movilizar y fomentar la participación de todos los militantes socialistas en este Congreso, en la votación a la Secretaría General, en la presentación de enmiendas a las ponencias, en la elección de las delegaciones al Congreso, etc.

Dicho esto, permitidme ofrecer mi opinión sincera sobre cuál es el PSOE que quiero y el que creo que quieren no solo la mayoría de los militantes que integramos este partido, sino millones de ciudadanos/as que nos votaron hace 10 años, con los que hemos perdido su confianza, y también con los que nos siguen votando, pero que podrían dejar de hacerlo si no logramos que vuelvan a sentirse identificados con nosotros.

Las distintas ponencias que se proponen para este Congreso (política, económica y estatutaria) van a ofrecernos una buena base para el debate.  Y ese debate debe resolverse fijando cual es el espacio político que ha de ocupa el PSOE en los próximos años. Yo personalmente lo tengo claro. El que ha ocupado siempre.

El Partido Socialista ha sido la referencia política para millones de españoles durante décadas no por casualidad sino por causalidad, porque supo canalizar las demandas de la mayoría social de este país y supo ofrecer soluciones que fue capaz de derivar a la acción de gobierno. Lo ha sido no por intentar representar solo a una determinada corriente ideológica, la socialdemocracia, sino por atraer a personas desde otras posiciones políticas más a la izquierda y también más centradas.

El PSOE tiene que tener su propio modelo de partido y su propio proyecto político para España. Por eso, ante el populismo demagogo de PODEMOS, una formación cuyo propósito fundamental pasa por sustituir al PSOE, tenemos el reto de demostrar que los socialistas somos la verdadera izquierda transformadora, la izquierda sensible que logra corregir las políticas de la derecha para mejorar la situación de millones de ciudadanos. No diciendo a la gente lo que quiere oír, sino escuchando a la gente y actuando allí donde realmente se cambian las cosas, desde las instituciones, desde el Boletín Oficial del Estado.

Pero mientras no podamos gobernar, mientras haya formaciones como PODEMOS que decidieron votar “NO” a la investidura de un candidato socialista permitiendo que siga Rajoy de presidente, nuestra posición debe ser la más exigente posible ante el Partido Popular. Un PP que ha obtenido en las dos últimas citas electorales su peor resultado desde 1989 y que a pesar de ello está muy cómodo al frente del Gobierno de España. Por ello no podemos ser cómplices del PP matizando sus políticas, políticas que han provocado que la crisis económica haya derivado en estos últimos seis años en una profunda crisis social. Tenemos que ser capaces de corregir y transformar la política del PP desde una oposición exigente hasta que volvamos a ocupar el Gobierno.

Parece difícil pensar que esto pueda ocurrir a corto plazo, pero de nosotros depende. Hoy tenemos un PSOE enfrentado entre sí, en el que no hay respeto entre los compañeros, en el que el frentismo personal ha sustituido a la confrontación política, en el que el revanchismo es el principal argumento. Difícilmente vamos a recuperar la confianza de los ciudadanos si no confiamos en nosotros mismos. Pero tenemos una última oportunidad de corregir los errores que nos han llevado a esta situación, y es este Congreso.

Por eso, respetando a todos  los candidatos/as que se presentan inicialmente en este proceso, solo hay uno que me ofrece las suficientes garantías para pensar que una vez acabe el Congreso, al día siguiente de las primarias, será capaz de integrar y de devolverle la unidad al partido, condición imprescindible para retomar su fortaleza. Lo acontecido la semana antes del Comité Federal del 1 de octubre de 2016, representa todo lo contrario de lo que debemos hacer los socialistas, y difícilmente aquellos que fueron los protagonistas del peor episodio del PSOE en décadas, puedan ser los mismos que lideren el presente y futuro del partido.

Creo sinceramente que no podemos arriesgarnos a cometer los mismos errores, y que necesitamos al frente del PSOE a un compañero que haya demostrado servir al partido y no servirse de él, al que se le reconozca una lealtad inquebrantable con la organización que representa, que no se apropie de los valores socialistas sino que los promueva interna y externamente, que no utilice la puerta de atrás para imponerse ante otros compañeros/as, que sepa integrar y respetar a aquellos que no piensan exactamente como él o ella. Y ese compañero es Patxi López.

Patxi recibió el liderazgo del PSE-EE en un congreso dividido, con tres candidatos y un partido roto. A pesar de las dificultades lo llevó al Gobierno desde la unidad. Pero no a cualquier gobierno autonómico, sino al gobierno de Euskadi. Una Comunidad Autónoma especialmente difícil para los socialistas, donde los compañeros/as se han jugado la vida durante décadas, hasta que hace siete años, ETA dejara de matar, con un presidente del Gobierno de España socialista y con Patxi López de Lehendakari.

Patxi es el único precandidato hasta el momento que ejerce como diputado en el Congreso en la presente legislatura. Esta condición no tendría ningún valor por misma, pero considero que de poder elegir, no estaría de más hacerlo por un Secretario General que también pueda liderar el partido desde el Parlamento, confrontando directamente con Rajoy, Iglesias y Rivera.

Patxi tiene todo mi apoyo para la Secretaría General del PSOE por su capacidad de liderazgo y su profundo compromiso por lo que ha representado siempre nuestro partido. Por su experiencia transformadora desde el Gobierno Vasco y anteriormente para ejercer una oposición exigente.  Por su proximidad y talante político, por su capacidad para volver a hacer del PSOE un partido ganador, fuerte y unido. Porque con él de Secretario General ganamos todos/as los socialistas/as.

Daniel de la Rosa, es Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos y Secretario General de la Agrupación Municipal de Burgos.

sábado, 21 de enero de 2017

¿Merece la pena mantener el nivel de exigencia? Por la ciudad sí.

Artículo publicado en el diario www.burgosconecta.es el 21 de enero de 2017

Después de varias semanas estudiando la exigente propuesta que vinculamos los socialistas para facilitar con nuestro voto la aprobación de un nuevo presupuesto para nuestra ciudad, el equipo de Gobierno accedió a suscribirla íntegramente el pasado jueves.

Durante todo este tiempo me ha llamado poderosamente la atención las diferentes opiniones que ha suscitado nuestro planteamiento. La primera de ellas la de aquellos que dudan de lo que debe hacer una formación como el PSOE, en un escenario institucional como el actual, ante la aprobación de un presupuesto, que supone el principal instrumento de planificación sobre las actuaciones a realizar en un año.

Los socialistas de Burgos siempre hemos demostrado nuestra voluntad de gobernar la ciudad, nuestra voluntad pero también nuestra capacidad. A las pruebas me remito que si de nosotros dependiera, tanto en el Pleno de constitución como hace a penas poco más de un mes con el proceso de moción de censura planteado por C’s, supimos estar a la altura agotando todas las posibilidades para lograrlo. Pero no, no gobernamos. Obtuvimos 7.816 votos menos que el PP, y C’s por dos veces nos retiró su apoyo para cambiar el gobierno de esta ciudad.

Si hay una máxima que ha interiorizado el grupo municipal socialista en este mandato es que mientras no podamos gobernar, mientras no nos permitan gobernar, vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano con nuestros 7 concejales para trasladar a la acción institucional nuestros compromisos con los vecinos y nuestras prioridades para la ciudad, a través de una oposición muy exigente a la vez que útil. Por eso en poco más de año y medio hemos sido decisivos en las decisiones municipales más relevantes : presupuestos, ordenanzas fiscales, consorcios…

Ninguna formación política por sí sola tiene capacidad de aprobar el presupuesto municipal. Ante esta situación solo hay dos opciones: apostar por la irrelevancia o apostar por el protagonismo. Los socialistas preferimos ser protagonistas.

Otra de los debates que se han producido es el de si teníamos que ser flexibles o no con nuestro planteamiento. Los socialistas siempre vamos a ser flexibles y ceder por nuestra ciudad, por nuestros vecinos, anteponiendo los intereses de éstos a los partidistas. Otras formaciones lo dicen de boquilla, nosotros lo demostramos con hechos. Pero ceder por la ciudad no implica tener que flexibilizar la exigencia con el PP, eso nunca.

PP y PSOE somos dos formaciones antagónicas. A pesar de eso, los socialistas somos conscientes de la necesidad de que para el Ayuntamiento funcione, tenemos que llegar a acuerdos con todas las formaciones en una corporación tan plural como la que tenemos estos años en Burgos, también con el equipo de Gobierno. Pero llegar a acuerdos no significa renunciar a las posiciones.

El 16 de septiembre de 2016 dimos traslado por escrito de la propuesta que los socialistas vinculábamos al presupuesto de 2017 al equipo de Gobierno. Fuimos muy claros y concisos: si se acepta la propuesta, facilitaremos la aprobación de un nuevo presupuesto. Y los socialistas siempre, siempre cumplimos nuestra palabra, con nuestros vecinos y también en las negociaciones que sostenemos con nuestros adversario políticos. La propuesta de septiembre incluía una veintena de exigencias que hemos mantenido hasta el final, y que el Alcalde suscribió el jueves pasado.

Por último, lo más curioso ha sido comprobar como la mayoría de la atención sobre nuestro planteamiento se centraba en una de las veintiuna clausulas que incorporaba. Me refiero a nuestra exigencia que ya recogía el documento en septiembre, sobre la necesidad de que las Juntas de Distrito estuvieran correctamente constituidas antes del 31 de diciembre según lo que establece el reglamento aprobado por el Pleno a propuesta del PSOE.

En los meses que restaban para finalizar el año, dicha responsabilidad pasó a manos de un nuevo concejal delegado de participación ciudadana, el Sr. Antón Quirce, en sustitución de la Sra. Conde, que era con la que habíamos negociado nuestro modelo de distritos y su reglamento. Demostrado el hecho de que las Juntas de Distrito no estaban constituidas a 31 de diciembre y que el proceso para su constitución no había respetado lo que se establece en el reglamento, el pasado 5 de enero le hicimos ver al Alcalde que para lograr una correcta constitución y desarrollo de los distritos, había que sacar de la ecuación el elemento fundamental por el cual había fracasado en dar cumplimiento a nuestra exigencia presentada ya en septiembre: el Sr. Antón.

Es por esto que el Alcalde haya accedido a retirar a Antón al frente de los distritos para desbloquear la situación y volviera a otorgar a Conde esa responsabilidad.
A pesar de lo importante que es contar lo antes posible con esas Juntas de Distrito correctamente constituidas, lo especialmente relevante de nuestro planteamiento para el presupuesto no era esto, sino lo que implica en su conjunto para la ciudad, una vez que el Alcalde lo ha suscrito íntegramente.

La aceptación del equipo de Gobierno de las condiciones exigidas por el PSOE para facilitar con su voto la aprobación de un nuevo presupuesto en el Ayuntamiento de Burgos supone una nueva oportunidad de desarrollo para esta ciudad dando respuesta a las necesidades inmediatas de nuestros vecinos. Los socialistas hemos incrementado en más del doble las inversiones que incorporará en el presupuesto municipal de 2017 respecto al ejercicio de 2016. 15,8 millones en comparación a los 6,65 millones que logramos el año pasado.

La mayoría de ellas suponen la continuidad sobre los anteproyectos y proyectos aprobados el año pasado gracias al PSOE, así como las segundas fases sobres las obras ya impulsadas por los concejales socialistas a lo largo de 2016. Era prioritario que aquellas actuaciones que a iniciativa nuestra han empezado a corregir agravios históricos en materia de inversión con determinados barrios de la ciudad, tengan su continuidad en un nuevo presupuesto: San Juan de los Lagos, Villatoro, Gamonal, Villalonquéjar, San Cristóbal, San Julián, la Ventilla…

Respecto al compromiso del PSOE de reforzar los servicios municipales y concretamente los programas de asistencia social del Ayuntamiento, más allá de los 668.000 € que ya logramos incrementar el año pasado, este nuevo presupuesto contará con un incremento a mayores del 2% en el global de las partidas de gasto social, y una partida de 500.000 € para la incorporar nuevas viviendas sociales al parque municipal, dado que aún son muchos los burgaleses que necesitan del apoyo de su administración más próxima para vivir dignamente.

Por otro lado, entre las exigencias que hemos logrado está la de la creación del Servicio Municipal de Empleo en 2017, una reivindicación que los socialistas han mantenido desde el inicio del mandato y que supone una apuesta decidida por priorizar desde el Ayuntamiento el principal problema de nuestros vecinos, el desempleo y la precariedad laboral. Además, los socialistas comprometemos la mejora de otros servicios públicos municipales con medidas como las convocatorias de oposiciones y concursos correspondientes a la oferta de empleo público, la creación de varias plazas como el director del área de comunicación vinculada a la aprobación de un nuevo reglamento para la adjudicación de la publicidad institucional con criterios objetivos, etc.

Estas son algunas de las 21 clausulas que hemos incorporado en el acuerdo con el equipo de Gobierno. Seguramente algunos piensen si merece la pena exigir tanto desde la oposición para que sean otros los que demuestren su capacidad de cumplir desde el gobierno. Sinceramente sí, por nuestra ciudad merece la pena.